Fui con mi novia ayer a cenar. El servicio es rápido y eficiente, los que laboran en el restaurante son muy amables y pude observar que el personal está conformado por panameños, a diferencia de otros restaurantes donde he ido que no respetan los porcentajes máximos de personal extranjero exigido por la ley labora y la Constitución. La comida no es barata, pero es excelente, me gustó mucho el brangus que ordené, la ensalada de berro con salmón crujiente que pidió mi novia también estuvo excelente. El ambiente es bastante agradable.

Fui ayer con unos amigos, ambos extranjeros. Los emparedados son muy buenos, pero la realidad es que están caros, el concepto de los tés está bueno y el que probé sabía bien. Sin embargo sucedió algo bastante ridículo y que nunca había visto que sucediese, ni siquiera en restaurantes bastante caros a los que he ido, en Panamarket cobran por el agua del grifo, algo que jamás había visto en mi país Panamá, le cobraron a mi amiga miseros $0.15 por concepto de "bebida servida" según me mostró en la factura, ella preguntó al cajero al ver eso en su factura y le dijeron que era el cobro por servir el agua (la cual era del grifo), ella reclamó diciendo que nunca había visto en ningún lugar de Panamá que cobrasen por el agua y le respondió el cajero algo molesto que "pues aquí sí".

Este día de San Valentín atendieron pésimamente, demasiado lentos, al inicio (a pesar de haber llamado para reservar) nos colocaron en las mesas del bohío, donde hacía mucho calor; pedimos que nos avisasen cuando se desocupase alguna mesa dentro y nunca nos dijeron nada, nosotros luego de una hora esperando sin siquiera recibir agua buscamos la mesa adentro. Cuando ya estábamos dentro aparece el mesero que nos atendía a informarnos que no había paletilla de cordero (luego de más de una hora de haberla ordenado). La comida la trajeron aproximadamente una hora y cuarenta y cinco minutos después de haber ordenado, primero el plato fuerte, luego la entrada y luego el acompañamiento del plato fuerte, todo medio frío. Luego nos informan que la sangría que habíamos ordenado hacía casi dos horas estaba en preparación y tres de nosotros cuatro pedimos cerveza, la cual estaba caliente. De las 3 o 4 opciones de postres de lo que ofrecían en el menú no tenían nada cuando ordenamos (pensábamos ordenar brownie con helado y tiramisú), tuvimos que ordenar un tres leches que se notaba que era del PriceSmart.