Solo me hice una cuenta en Degusta para dejar esta opinión. Fui dándoles otra oportunidad ya que la comida me parecía buena, pero esta ultima experiencia fue un desastre. La atención más o menos, pero lo peor es la cocina: parece que cada semana hay un cocinero nuevo. Se nota la rotación porque los platos nunca salen igual, a veces fríos, otras con mal sabor, y la presentación deja mucho que desear. Pedí una escalivada y, sinceramente, se veía asquerosa. Nada que ver con lo que uno espera en un restaurante argentino. Es una lástima, porque el lugar podría ser bueno, pero con tanto cambio en cocina y tan poca consistencia, no hay forma de que mejore. La comida no es la misma de hace dos meses. Para rematar, el mesero Nelson me pidió propina directamente, y eso me pareció de muy mal gusto ya que cuando llegamos nos negó sentarnos en el segundo piso. Muy prepotente. Si el servicio fuera bueno todavía, pero con ese desorden que tienen, lo último que uno espera es que te pidan propina. No volveré y tampoco lo recomendaré a mis conocidos ni enemigos. Lo único rescatable es Eibar un excelente mesero nos recomendó lugares para visitar dentro de la ciudad de Panama.