Las meseras no saben explicar los platos a los comensales. Pedimos una salsa cultivada aparte que trajeron en uno de los platos y el encargado salió a decirnos que si no habíamos leído en el menú que ese plato no incluía a crema, lo cual le dije que ese es su trabajo y servir las cosas como se pidieron. Él salió fue a decir que era nuestro error, no del que sirvió los platos. Pedí in vaso con hielo, tuvo la mesera qué llevarse uno de los que teníamos "porque estaban cortos de vasos", las bebidas trajeron lo que quisieron. Le quitan el hambre a la gente. Nunca más.

Tuve la oportunidad de visitarlos el Jueves Santo y tuvimos la mala y buena suerte de no encontrar mesa al llegar, sin embargo, nos ubicamos en la barra para tomarnos algo mientras preparaban nuestra mesa, pero la buena atención que tuvimos de Francisco en esa área, decidimos quedarnos a comer ahí mismo. Tienen que probar la Strawberry Cucumber Lemonade, que es como el cóctel bandera del sitio, ya que mientras estuvimos ahí, salían en fila hacia las mesas, muy bueno. Pedimos unos Spring Rolls como entrada, pero no tenían en ese momento. Sólo pedimos una orden de arroz frito combinación y una orden de pollo agridulce. La orden de arroz es suficiente para compartir entre dos personas y el pollo viene con una pequeña orden de arroz blanco. Estaba tan bueno el pollo, que pedimos una orden adicional y quedamos satisfechos con todo en especial con la atención de todos los muchachos de la barra, los cuales trabajan en equipo y se esmeran por atender bien a todos por igual. Definitivamente regresaría.