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Excelente ambiente y atención. Tienen pantallas y bocinas para escuchar buena música. Los ceviches son frescos y deliciosos. Sus opciones de mariscos son amplias, calamares , camarones, conchas, etc. La corvina frita con patacones es una excelente opción así como la picada de mariscos. Rica la sangría ! El picante es el mejor que he probado, los chicharroncitos crocantes son una delicia !, disponibles sólo los sábados u otro día por encargo. Para comer rico y pasar una reunión informal y agradable, este es el sitio !

Un lugar tradicional sin embargo no le quita lo especial. Los platos y en especial de mariscos son muy buenos y la calidad del ceviche me dejo enamorado de su comida.

La comida está buena pero lo que mas destaco es la ubicación y el ambiente tranquilo y ese tono de luz bajo dentro del local, recomiendo la sopa de mariscos

Buen ambiente para ver deportes con tus amigos, los ceviches deliciosos, variedad en mariscos y todo bien fresco. Regresaría sin duda

Lo máximo... Nos tratan super bien y cuando llegamos nos atienden enseguida. Siempre hay cervezas frías y ceviche fresco. La muchacha que nos atiende es un amor.

Buen restaurante de mariscos y pescado con ambiente informal y relajado. Los viernes hay siempre guacho de mariscos muy recomendado! Biena sopa de mariscos!

Prácticamente le había pasado al lado miles de veces hasta que finalmente decidí entrar hoy y no me arrepentí en lo absoluto. Pese a que fui a las 5 p.m. el ambiente es un poco oscuro, ruidoso y más de bar. Lo recomiendo para reuniones de amigos más que como para una familia o tener una conversación placentera con una pareja o algo más íntimo. Pese a esto califico lo siguiente según mi experiencia: Ubicación: a orillas de la Vía Porras frente a la entrada del Parque Omar, no hay perdedero. Hay lugar para estacionarse. Atención: Nos atendió un mesero muy responsable y atento. Regresaba a la mesa cada cierto tiempo para darnos seguimiento. Aparte, se acercó el dueño del restaurante, un señor muy risueño y cariñoso de 82 años quien nos contó varias anécdotas y nos hizo sentir muy cómodos. Fue un gran detalle la cordialidad. Menú: El menú es al grano. Una opción limitada de pollos y carnes y más énfasis en mariscos. Una variedad aceptable de cervezas y licores y bebidas no alcohólicas (limonada, gaseosa, raspadura con limón) para los que no beben licor. Precios bastante accesibles. Comida: El tiempo de espera fue de más o menos 20 minutos. Pero la comida llegó calentita, con buena presentación, y buena cantidad en relación con el precio. Yo quedé llenísima. Pedí un bistec picado con yuquitas, muy sabroso; mis acompañantes pidieron deditos de corvina y deditos de pollo con patacones y papitas respectivamente. De entrada pedimos ceviche de corvina, el cual supo fresco y con muy buen sabor.

Fui por recomendación para comer chicharrón. No tenían chicharron, pido calamares, no tenían calamares. La atención fue muy mala y el ambiente es demasiado ruidoso.