Mr Pez

Fui a visitar este lugar por primera vez y no me quedaron ganas de regresar. Primera señal es que sábado en la noche estaba bastante vacío...y a pesar de estar vacío el servicio fue pobre. habían 2 chicos que estaban entretenidos con sus celulares pero no habían servilletas (en ninguna mesa), no estaban visibles y no estaban pendientes de traernos agua...para rematar lo que pedimos inicialmente no tenían..así q mi alternativa fue un ceviche de pulpo "mediano" que en verdad lo ví muy pequeñito...ni me imagino el "chico"....así los veo mal...

Llegamos a las 8:15, solo dos mesas ocupadas las cuales ya estaban servidas. Pedimos 2 platos de mariscos mixtos con papas fritas. Los platos llegaron a los 40 minutos de haber realizado el pedido, el acompañamiento llegó 15 minutos más tardes que los platos principales y nos sirvieron patacones con ensalada y no papas fritas como habíamos pedido, para finalizar, las bebidas llegaron 10 minutos más tarde que el acompañamiento. Aunque la sazón es buena, nuestros platos de marisco llevaron 2 (DOS) camarones cada uno. La relación precio/valor pésima!!! Eliminado de mi lista.

La bandeja mixta de mariscos tiene unos patacones rellenos para chuparse los dedos , las cervezas bien frías y el lugar es agradable pueden pasar una tarde con amigos divertida, además me encanto que puedes pedir lo que queda para llevar y te lo arreglan súper presentable

un buen spot para parquear, botanear , algo de musica y buen ambiente informal. para ir con amigos y compañeros. mariscos con buena sazon y calidad, mejoraria estacionamientos y mayor ventiladores en el area, por lo demas buen spot bar restaurante.

Mr. Pez nos dejó gratamente sorprendidos. Tienen un área reservada con a/c para grupos pequeños o familias. Además hay varias áreas al aire libre para disfrutar sus deliciosas opciones. Los ceviches TOP y la bandeja que pedimos para compartir era generosa y muy surtida. El único detalle fue la larga espera por la preparación de la comida, pero quedó compensada con la entrada de cortesía. Al final, valió la pena la espera. Un lugar al que volvería sin lugar a dudas.