Siempre rico. Nunca una decepción. La entrada de pulpo al ajillo, deliciosa. El mar y tierra cocinado a la perfección. El ambiente da una sensación agradable y que te remonta a una era histórica interesante.
Platos recomendados
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Precio por persona de: Entrada + Plato principal + bebida SIN ALCOHOL
Precio = Entrada + PLato principal + Bebida
La decoración y el ambiente son maravillosos y el personal es atento. Desafortunadamente, las porciones son ridículas para precios que se acercan a 30 dólares el plato. Los jugos naturales nos supieron a agua saborizada.
Había querido ir h ace mucho para conocerlo, la experiencia fue buena en general pero por los precios esperaba platos de mejor calidad: el carpaccio de salmón estaba no se sentía fresco aunque tenia buen sabor; la pasta marinara estaba bien, pero no mas que eso; la entrada de caldillo de mariscos era la salsa de lasagna con mariscos, en general creo que por la reputación del restaurante y los precios debería ser mejor. El ambiente bonito aunque pequeño, con música en vivo en el salon contiguo que estaba muy alta y que no hacía juego para nada con el tipo de restaurante. La atención bastante buena, los platos salieron en un tiempo normal y eso que éramos los únicos en el salón.
Restaurante ubicado en una parte emblemática del Casco Viejo, muy buen spot para una cena romántica, salir de lo habitual, si te gusta la historia, caminar, este restaurante te encantará con sus paredes de ladrillos; la comida costosa por ser un restaurante gourmet, las porciones normales, buena variedad de vinos, sabor de la comida normal, deben ponerle más sazón y que se más fresca, además demoran mucho en salir los platos.
Excelente lugar para pasar una velada entre amigos o tu pareja. La calidad vs precio es aceptable. Súper recomendado en la ciudad antigua de Panamá, se respira historia en este lugar.
Un restaurante precioso en pleno casco viejo. Tomamos un menú de tres tiempos de el que destaco la corvina en salsa de maracuya. La atención muy agradable y siempre pendiente
Mucho tiempo sin ir allá, pero en su época de oro era el lugar perfecto para ir en pareja a escuchar buena música de jazz y unos traguitos. La comida era muy buena.
Muy buen servicio y la comida espectacular el spagetti y el pulpo estaban muy bien cocinados. El servicio y el precio van acorde se los recomiendo
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