Pizza de Pizzarella con actitud: masa firme, queso fundido, pepperoni, maíz y toques cremosos que sorprenden. El balance entre salado, dulce y ácido está bien logrado. Condimentos al centro invitan a personalizar cada bocado. Casual, sabrosa y con carácter.

Este chicken sandwich de Slabón Café - Burger - Bistro ofrece una experiencia sólida y bien ejecutada dentro del mundo del comfort food gourmet. Visualmente, destaca por su presentación robusta: pan brioche suave, pollo frito crujiente y jugoso, coleslaw fresco y una salsa cremosa que une todos los elementos sin saturar. El cuchillo insertado verticalmente no es solo decorativo, sino que refuerza el carácter contundente del plato. El pollo está perfectamente empanizado, con una fritura uniforme que logra un equilibrio entre crocante y sabor. La carne se mantiene húmeda, señal de buena técnica en cocina. La coleslaw aporta frescura y acidez, funcionando como contrapunto ideal al perfil graso del pollo. La salsa, posiblemente una aioli especiada, añade profundidad sin opacar los ingredientes principales. Las papas fritas, servidas en porción generosa, están bien sazonadas y crujientes, con un toque especiado que eleva su rol de acompañamiento. No son un relleno: complementan y redondean la experiencia. En conjunto, el plato respeta los fundamentos de un buen sándwich sin pretensiones innecesarias. No busca reinventar el concepto, pero sí lo ejecuta con técnica, balance y atención al detalle. Es una opción ideal para quienes valoran sabor, textura y presentación en un entorno casual pero cuidado. Slabón logra aquí un producto que combina lo clásico con lo gourmet, entregando una experiencia completa que cumple tanto en lo visual como en lo gustativo. Un acierto para el menú y una parada obligatoria para los amantes del pollo frito bien hecho.

Lo que más me gustó fue la salsa blanca, tipo tzatziki. Venía en buena cantidad, cremosa, con ese toque de ajo y pepino que refresca el paladar. Los vegetales estaban frescos: tomate en rodajas, cebolla morada crujiente, todo bien distribuido. No se sentía pesado, pero sí llenador. Las papas fritas que lo acompañaban estaban calientes, con buen punto de sal, y el ketchup encima les daba ese toque clásico de comida rápida. Nada gourmet, pero cumplen su función.

• La base de totopos llegó crujiente, aguantando bien todo lo que le pusieron encima. • El queso estaba derretido en su punto, cubriendo cada bocado con sabor intenso. • El chorizo le dio ese golpe fuerte y picante que amarra todo el plato. • Es un plato contundente, ideal para compartir, pero también para comer solo si vienes con hambre de verdad.

• El schnitzel llegó perfectamente dorado, crujiente por fuera y jugoso por dentro. • Las papas estaban bien preparadas, con ese balance entre suavidad y textura que acompaña muy bien al plato. • La salsa de hongos fue el detalle que elevó todo: cremosa, con buen sabor y sin opacar la carne.

Combo sólido para almuerzo rápido, con porciones generosas y sabores familiares. El pollo asado se lleva el protagonismo, mientras que el arroz y el wantón cumplen sin destacar. Ideal para quienes buscan saciedad y sabor sin complicaciones.

La comida estaba fresca, todo a una buena temperatura. la presentación estuvo bien, en lo personal, hizo falta un poco de salsa. Las papas estaban crujientes y bien sazonadas. Deberían ofrecer más aderezo ranch y bluecheese porque no alcanza para ese pedido.

un restaurante que ofrece una placentera velada con calidad de servicio y comida. Sabores que sin duda se tienen que experimentar mas de una vez en la vida.

El sushi y los tallarines estaban excelentes. Quizás el mejor sushi que he probado en Panamá esta en este restaurante. Buen servicio y excelente ambiente. Buena variedad en el menu.

Muy buen ambiente y servicio! Me atendieron excelente, la verdad no tengo queja alguna. Los camarones y el sushi estuvieron increíbles.