Si te gusta la verdadera barbacoa americana estilo smokehouse, este lugar es una joya. Desde que entras, el ambiente te transporta directo al sur de Estados Unidos: madera, humo, buena música y un aroma irresistible que abre el apetito al instante. El servicio es excelente, con un equipo amable, atento y siempre dispuesto a recomendar los mejores cortes o acompañamientos. Se nota la pasión con la que trabajan y eso marca la diferencia. La comida es espectacular: las costillas se deshacen con solo mirarlas, el brisket tiene ese ahumado perfecto y jugoso, y las guarniciones —como el mac & cheese, los frijoles ahumados y el puré— completan la experiencia. Todo está preparado con autenticidad y amor por el BBQ. En resumen, es un imperdible para los amantes de la carne y el buen sabor, ideal tanto para venir en familia como con amigos. Un pedacito de Texas en Panamá.