Previamente había intentado ir a comer ensalada en este local y en aquella ocasión la espera superaba 30 minutos por unos cuantos pedidos. Aproveche que esta vez no había espera y pedí una ensalada que promocionaban ese día. La mezcla de ingredientes me pareció extraña pero decidí probarla. En resumen no era buena la combinación de sabores, la ensalada no tenia ninguna salsa o vinagreta. Ni siquiera le hecharon sal y pimienta. No me gusto para nada. Pedí ademas un batido de papaya piña que no era nada del otro mundo y estaba caliente. Tanta espera y quede desilusionada..

Domingo a media tarde, estaba vacío. Aun así había meseros a disposición muy atentos. Fuimos dos adultos dos niños y todos la pasamos súper bien. Los niños recibieron su típico mantel y colores con el que se entretuvieron hasta que llego la comida. La hamburguesa Clásica estaba muy rica! El termino estaba perfecto y el tamaño es bondadoso. La Hamburguesa Kevin cuando llego me impacto en tamaño por las cebollas caramelizadas empanzadas que hacen que el alto de la hamburguesa sea impresionante sin embargo era muy rica. Es una hamburguesa que tiende a ser dulce por los plátanos maduros y la cebolla caramelizada. Las Sodas vienen prácticamente en un balde, es un vaso de 32 oz si no me equivoco. Para los niños tenían unos tendera de pollo que la verdad no tenían mucho sabor y las papitas si estaban ricas! Me encanto poder tener a disposición los aderezos para las hamburguesas. Los tostones con paprika y limón si los sentí duros y no se sintió el aderezo. Pedimos de postre un Red Velvet que mas parecía un bizcocho de vainilla con colorante y icing, por ello no nos gusto.