Agradable sorpresa. Fuimos a las 8 pm de un viernes y habían pocas mesas ocupadas. La atención fue Super y nos ofrecieron una entrada de cortesía. El pedido llegó rápidamente y la calidad y cantidad sobrepasó nuestras expectativas. Mi hija pidió un café frío con leche condensada que probamos todos y nos encantó. Regresaremos.

Como la especialidad son los emparedados pedimos el de carne y la hamburguesa a lo pobre para compartir. El de carne tenía un toque picante muy agradable y viene con queso mozarella y aguacate. Una combinación distinta pero muy sabrosa. La hamburguesa a lo pobre viene con todo... incluso huevo frito montado. Muy buena. El pan nos sorprendió gratamente y al preguntar nos dijeron la historia de cómo lograron parecerse al pan francés peruano. Licuado de fresa y de frutas del bosque. Ambos naturales y frozen. Buen servicio y buen ambiente. Una opción distinta y refrescante.

Pedimos las berenjenas a la parmesana, ñoquis y los raviolonis de zapallo en cacao. Todo muy bueno pero destacaron las pastas, todas muy frescas y de éstas, el ñoqui con un sabor excepcional. Atención personalizada del dueño. Excelente relación precio calidad y cantidad. Fachada del local parece una casa más del área pero adentro el ambiente es más acogedor. Regresaremos.

Precios han subido de manera desproporcionada tomando en cuenta que la mayor parte del menú son pastas.

Comida peruana de autor, cuasi gourmet y ahora franquiciada en Panamá, es para mí el mejor restaurante Peruano de la plaza. En la última visita pedimos las conchitas a la parmesana, lomo saltado y atún a la pimienta con tallarines verdes. Todo bueno. La atención un poco lenta pero el local estaba lleno. Lo único malo es que el servicio se tardó en descifrar que habíamos terminado y la cuenta llegó demorada.

El guacamole a la mesa y queso fundido fué un hit en la mesa. Unos tacos de filete con remolacha y queso crema no tuvo la misma suerte. Todos sin excepción retiramos la remolacha para disfrutar el plato. Tienen una promoción de helados del cual elegimos el de chocolate, cajeta y limón. Todos buenos pero el de cajeta, tipo dulce de leche, el mejor. Decoración y servicio excelente.

Ofrecen forma novedosa de degustar el sushi. Servicio atento y conocedor. Preguntamos y lamentablemente cómo no, extranjeros de servicio. Probamos las Gyosas de cerdo. Muy ricas. Pedí luego el camarón fuji y el camarón dragón. Vienen en un conito triangular. Los tres primeros bocados sabrosos, después sólo me quedó el arroz. Por mi parte prefiero combinar por igual arroz y rellenoen el sushi. Bueno pero prefiero el tradicional.

Decoración "upscale" muy bien lograda y atípica de los restaurantes tradicionales Peruanos. Servicio atento y pendiente de los comensales. Dos menús, uno Peruano y otro Español. Del primero la causa de camarones estuvo excelente y los anticuchos sólo bien. Del segundo, el plato tierra y mar trajo filete, pollo, calamares y hongos acompañado de arroz. El tamaño ameritó compartir el plato pero no fue un inolvidable. De postre el fundido dos chocolates. Sencillo con trozos de chocolate amargo y blanco. Regresaré por la causa, por el servicio y para seguir probando el resto del menú.