La comida demoró bastante y unos de los platos llegó medio frio. las porciones pequeñas aunque el sabor bueno. El lugar muy bonito pero creo que no volveremos.

El restaurante tiene un pequeño estacionamiento donde dejamos el carro. Dos meseros se encargaban de apenas 3 mesas por lo que el servicio fue siempre muy atento. Las opciones de la carta son variadas con especialidades de la cocina libanesa, no son muchísimos platos pero si suficientes ora poder elegir bien. Quizás en el tema de jugos naturales podrían tener algo más de opciones así como en el de postres donde definitivamente tienen que añadir más. Fuimos dos personas y pedimos de entrada hojas de uva y hummus de berenjena. Ambos platos deliciosos. Se agradece que separaran las entradas de los platos principles, algo que parece obvio y normal pero que en tantos lugares no cumplen. De segundos pedimos unos langostinos y pasta al óleo con pulpo. Los langostinos frescos y deliciosos (aunque para mi gusto una rayita pasados de cocción ), grandes y con una rica salsa del aceite y los ajos de haberlos cocinado. La pasta eran (no se dio la opción de elegir) unos finos spaghetti con tentáculos de pulpo cortados en rodajas. Me sorprendió que el pulpo estuviera en su punto, algo no muy común en Panamá. La salsa al óleo deliciosa con los ajos en su punto perfecto de presentación. A la hora de elegir postre solo se nos ofreció brownie con helado y cheesecake así que no comimos nada. La cuenta fue de $60 con dos botellitas de agua con gas y una limonada de piña. Un poquito caro pero cuando se come bien merece la pena.

Buena atención de la mesera, conocía bien los platos y supo orientarnos. Imperdonable que no tengan chicha morada. Pulpo al olivo bastante mediocre. Echaron una salsa que no tenía el sabor habitual encima de unos trozos de pulpo algo duro y seco. los platos principales fueron el tucu tucu y el lomo. La carne súper tierna aunque la salsa del tucu tucu un poco salada.

buen servicio y comida aunque en mi ramen udon se les olvidó poner la carne! Me di cuenta (obvio) y me la pusieron de vuelta. un fallo que si eres primerizo o un poco despistado no te das cuenta.

Como siento que el enfado no me permitiera hacer fotografías. Se pidieron para cenar una pasta carbonara y un guacho de mariscos. Ambos muy ricos. El problema que tuve anoche fue de presentación y actitud del personal. El plato del guacho nada tenía que ver con el de la foto del menú. Debía haber menos de la mitad de comida. Cuando llamo a la mesera que me atendió me discutía y no atendía a razones, parecía que con que lo que había en el plato era suficiente....es guacho y la cantidad no parecía importarle. Al final, de malas maneras me traen otro plato, se supone que con la cantidad debida. En realidad lo que hacen es traer un plato ovalado más pequeño que daba la apariencia de tener más pero era exactamente lo mismo. Si bien yo entiendo que pueda haber un fallo humano en poner una cantidad inferior de comida, lo que me parece inaceptable es burlarse del cliente. Primero frenteandole y después tratándole como idiota. Yo no discutí más dada su actitud, mi respuesta es esta crítica al restaurante Santé, a su personal y sobre todo, no volver a comer allá. Quedan advertidos.

Se almorzó el menú ejecutivo por $10.50 Correcto en cantidad y calidad. Pescado con salsa de ajo y pollo a la libanesa.

Entrada con 4 tipos de ceviche, pescado a lo macho, arroz con mariscos, papas....chicha morada. Estupenda toda la comida y un servicio maravilloso. Mejor que el restaurante de Costa del Este.

Buena localización con roof top en el mismo edificio donde poder tomar unos tragos después de la cena. El servicio irregular, por un lado la comida se demoró bastante, por el otro lado el encargado vino a disculparse sin tener que llamarle y nos ofreció una compensación. Así que bien porque estuvieron muy atentos. La comida un poquito pasada de precio pero como íbamos con el 50% estuvo bien. La calidad normal, la presentación del plato de pasta muy original (sobre una base de focaccia) y el pescado normal. En definitiva, un lugar para volver solo con ese descuento.

Buena comida criolla a precio razonable, sobre todo estando en la zona que está. Buena atención de parte de las meseras. Comimos una parrillada mar y tierra con patacones.

Muy buen ambiente como de costumbre. Las almejas de entrada un poco sosas de sabor y los papardelle Primavera ricos. Tres leches delicioso