El servicio es pésimo. Cuando entras no hay nadie que te atienda. Luego demoran una eternidad para llegar a la mesa y tomar tu pedido. Igualmente demoran demasiado con traerte la cuenta. La chicha que nos atendió nos pidió que esperáramos unos 5 minutos para la cuenta y luego la vimos salir del local con su bolso. El ambiente es demasiado ruidoso que apenas podía escuchar la persona que tenía al frente. La comida fue un asco. Ambas hamburguesas que pedimos estuvieron muy malas. Tenían un queso que sabía a plástico. El pedazo de lechuga de mi hamburguesa estaba como un papel mojado y tenía partes chocolates. La carne de la hamburguesa misma vino toda partida causando que la carne se cayera a la hora de comer. De verdad que no prentedo regresar jamás. La único de bueno fueron los "frozens" que fueron ricos pero un tamaño algo pequeño. Hay lugares mejores y mucho más baratos en Casco. No se lo recomiendo a nadie. Necesitan reiventar el menú y enfocarse en la calidad de sus hamburguesas y emplear un personal más atento.