Muy rica la comida y con buenas porciones. Cuenta con variedad en las bebidas. Buena ubicación y el sitio es agradable.

Ya había venido solo a comer postre y me encantó todo. En esta oportunidad probé la comida y me parece que tiene buena porción pero mi pollo estaba un poco subido de sal.

La comida muy rica pero la porción es pequeña en relación al precio. El servicio deja mucho que decir, los meseros son muy amables pero no tan atentos. Para empezar, cuando llegué no encontraban la reserva. Cuando la encontraron, la mesa la habían ocupado porque las personas que estaban afuera las habían ubicado adentro por la lluvia. Arreglaron otra mesa rápidamente. Eso si fue bueno. Anotaron los platos pero no sabían a quien le pertenecían. Todos los platos que trajeron preguntaron a quién le pertenecía. Pedí 2 limonadas y me trajeron solo 1. Tuve que solicitarla porque la habían omitido. Una prima que vino con su hijo le pidió a 3 personas diferentes que le trajeran ketchup al niño y al final tuvo que ir a buscarlo por su cuenta. A su mamá le trajeron un pescado diferente al solicitado pero al menos se lo cambiaron cuando se quejó. Al rato de habernos traído todos los platos, llegó un muchacho con nuevos platos que no nos pertenecían, eran de otra mesa.

Su comida es deliciosa. No se puede negar. En cuanto a la atención no es mala pero los chicos que tienen están como muy abrumados. En cuanto al ambiente, la música está muy alta. Casi que uno grita para conversar.

Hice una reserva para un cumpleaños y me dieron un salón privado con TV para 22 personas. A última hora llegaron 3 personas más y rápidamente me consiguieron una mesa con 3 sillas extras para acomodar a mis invitados. La atención de Vanessa que fue quien me hizo la reserva fue excelente. Estuvo pendiente de todos los detalles. La comida muy rica.

Me gustó el concepto de pide tu proteína y sírvete lo que quieras del salad bar. Todo exquisito incluyendo el pecan pie de postre. La atención del mesero fue buena. Estuvo siempre atento.

Tiene pocos estacionamientos y aparenta ser chico pero por dentro es bastante amplio. Ya había una persona afuera esperando a los que se estacionaba para adentrarlos al restaurante. Tienen una zona más privada cálida y de buen ambiente. La comida muy rica y el mesero fue amable y proactivo ya que se percató que estábamos celebrando y nos trajo una vela para usarla en. Postre que ordenamos. Ya con encendedor listo a la mano también.

Muy buena la comida y no se demoraron mucho en hacerla . Lo cual me pareció genial. El personal si me pareció un poco lento en la atención. Un poco ruidoso el ambiente.