Es la tercera vez que vamos y en esta ocasión nos llevamos un mal sabor. Anteriormente habíamos ido y podíamos conversar cosa que esta vez no pasó debido al ruido al punto que se hizo dificultosa hasta realizar el pedido a la dependiente , el servicio fue sumamente lento a pesar que casi estaba vacío el lugar la comida por su parte cero relación cantidad - precio. "Caro" para la cantidad de comida y el mojito de maracuyá sin sabor en realidad solo sentías el sabor a la menta.

Hoy pasamos por la ración dulce del día. El "mini cake" de fresa con chocolate y la pasión de coco fueron una delicia!

A pesar que el lugar estaba lleno m, tuvimos una buena atención y la comida estuvo deliciosa. Las bebidas sin alcohol no tienen nada que pedir.