Teníamos ganas de comer carne y de probar un lugar nuevo, y así fue que buscando en Degusta encontré La Pampa, que tenía un 40% de descuento si reservaba con la app. Llegamos al lugar en horario, estacionamos en el parque del restaurant y nos atendieron muy bien en la entrada. El protocolo para entrar y limpiar la mesa estuvo muy bien, lo mismo que la distancia entre comensales. El mesero nos atendió muy bien y nos ayudó a decidir entre varios platos de forma muy gentil. Pedimos de entrada unas empanadas de carne, queso a la parrilla y cebiche. Los platos estuvieron bien pero nada espectacular. Empanadas: por el nombre del lugar y la especialidad en carnes, había asumido tal vez que era un restaurant argentino (como yo). Las empanadas son de ese estilo, pero les faltaba algo. No sé bien qué era (no soy buen cocinero), pero algo faltaba. De todos modos fue para mí el mejor plato del almuerzo. Queso a la parrilla: OK, nada fuera de lo común. Para mis compatriotas argentinos, sepan que no se trata de provoleta! Cebiche: OK pero poquito. El mayor problema, y por lo que probablemente no vuelva a este lugar, fue con los platos principales. Ordenamos entraña y rib eye, del menu de especialidades importadas. Lamentablemente la carne no cumplía con ninguna de esas condiciones. Eran unos bifes pequeños, desabridos y de ningún modo Angus. Eso sí, el precio era de importación. Los acompañamientos estuvieron muy bien (papas fritas, yuca al mojo y patacones), pero no compensan lo desafortunado de la carne. Los tragos y jugos estuvieron muy bien y servidos a tiempo, pero la soda fue entregada a temperatura ambiente (eso sí, con un vaso lleno de hielo). En síntesis, pese a un bien servicio por parte del mesero, nos fuimos disconformes con el restaurante y veo muy difícil que volvamos en algún momento.