Muy mala experiencia. Había 8 meseros para atender, y ni uno conocía el menú. El jugo de maracuyá que pedí no era natural sino un concentrado, vendido $6. Los tacos eran buenos, pero las tortillas estaban rotas en el medio, lo que les hace imposibles de comer sin mancharse por completo. No volveremos.

Buen lugar para tomar un cafe o té en la tarde. Pedimos un brownie con helado y un pie de limón. El brownie era delicioso, 100% recomendado. El pie de limón tenía un crust demasiado espeso, que lo hacía muy pesado, no me lo pude terminar. Servicio casi sin una palabra por parte de las meseras pero rápido.

Uno de mis restaurantes favoritos. Su sopa de mariscos es muy rica, viene con mucho pescado, pulpo, calamares y un sabor excelente. El ambiente es tranquilo, acogedor, y los meseros siempre atentos.

Una experiencia algo decepcionante. Esperamos más de una hora para dos platos fuertes. Pedimos dos copas de vino blanco, que llegaron a temperatura ambiente y no frías. El restaurante estaba muy ruidoso adentro. Después de una hora, una mesera se dio cuente de que estábamos todavía esperando. Un mesero bien simpático nos ofreció bebidas gratuitas para esperar. Eso sí: muy buenos los cortes. El New York steak estaba suave, cocinado a termino perfecto. La yuca frita no era de paquete, sino casera. Volvería dentro de unos meses para ver si se organizan un poco mejor, y un día de semana para que no esté tan ruidoso.

Buen restaurante italiano. Me gustó mucho el lugar, que se ve acogedor. Pedimos unas bruschettas de entrada, deliciosas. Los platos no me convencieron tanto. La entraña era algo dura, y mi pasta a la carbonara no tenía casi nada de pancetta, solo crema.

Un lugar diferente y espectacular para ir a cenar. De los mejores rooftops de la ciudad. Nos encanta el pulpo en leche de tigre. Los cocktails son muy buenos, cada detalle es pensado. Podrían mejorar la disposición de las mesas, nos quedamos alguna vez en una esquina poco confortable.

Muy buena comida (pedimos la paella del mara para compartir), un ambiente animado y una sala bien decorada, fue agradable cenar en Casa Alejandro. Lo que no me gustó es que hagan pagar por el pan en la mesa y que los meseros nos traigan una botella de agua a $5 en vez de agua del grifo gratuita. No me gusta esta mentalidad de ganar dinero en detalles escondidos. Si necesitan ganar más para cubrir los costos, que aumenten los precios de la comida, de manera transparente.

Muy buena comida, con buenas porciones. El arroz negro me encantó. Meseros muy atentos. Lo único que me sorprendió es que muchos platos del menú no estaban disponibles, tanto carnes como pescados.

El pollo estaba rico, pero se equivocaron en las guarniciones, y nos dieron ensaladas en vez de mojadito de yuca y papitas. El lugar puede mejorar. No creo que volvamos.

Fuimos entre amigos para el Burger Week. Buena hamburguesa, enorme, con un toque ahumado. La carne podría tener más sabor, pero me gustó mucho el queso, y el el bacon crujiente. Buen servicio, rápido y atento. Le falta un alma al lugar, el ambiente es bastante frío, pero es confortable.