Muy rica la comida sea dulce o salada, mucha variedad y postres muy exquisitos. Lo único malo fue que dieron un mal servicio, apenas entramos a la puerta se sintió una mala vibra por parte de unos de los dueños, para ser más específica, un señor alrededor de 65-70 años, el señor miraba feo nose si sera porque no nos veíamos como gente de rango alta, sin embargo un cliente es un cliente no importa qué color sea, qué si es flaco o gordo, qué si es de otro país, no nos pareció el mal servicio que nos dieron a pesar de que fuimos a retirar un pedido especial de un pastel grande. Las otras veces que hemos ido nunca hemos visto a ese señor, pero esta vez el servicio los ha dejado con una imagen muy baja para mis colegas y familia. Espero que puedan mejorar el personal y mas si es familia del dueño.