Todos los platos estuvieron deliciosos. La atención fue rápida y atenta. Es un lugar familiar para una cena casual o almuerzo.

La hamburguesa del BW esta muy buena. El sabor de la carne combinado con el parmesano crujiente y el contraste dulce de la salsa ha sido de mis favoritas por el momento.

La hamburguesa sabe muy bien aunque un poco grasosa. La carne estuvo jugosa, vino al término que pedimos y tiene un toque picante delicioso.

la carne de la hamburguesa vino en el termino que pedimos. no se deshace cuando se muerde y viene con una salsita bbq.

El mesero muy amable y además, la cocina se ajustó a las restricciones alimenticias que tenían algunos comensales de la mesa (cocinar con aceite de oliva por alergia al aceite de soya). Pedimos el ribeye rojo/medio y llegó con el término correcto al igual que la entraña.

Pedimos el trio de chorizos y el queso a la plancha de entrada y el sandwich de brisket para compartir. Las porciones y calidad son buenas. La comida es descomplicada y deliciosa. La atención amable.

Fuimos por una merienda y pedimos un croque monsieur, un eclair de chocolate y un espresso. Todo muy rico. Los domingos abren desde temprano y puedes comprar baguettes o croissants para desayunar e inclusive los venden congelados para hornear en casa. súper conveniente.

El ambiente es ideal para un atardecer. Los precios han cambiado considerablemente en comparación con el menú que sale en degusta. La burrata está en $22 ($17 porción individual), el rissoto porcini $26 y la pizza margarita $13.50. El servicio fue rápido, atento y muy amable. La comida estuvo deliciosa.

Fuimos con una reserva para 10 personas un viernes a las 8:00pm. Pedí la hamburguesa y no tenían. Tampoco tenían gyozas, ni duck buns. Pedimos una samuel adams y sólo les quedaba una. Al final, me tuve que conformar con lo que había: unas croquetas, tacos de cerdo y el chicken sandwich. Ordenamos papitas, pero se les olvidaron y las trajeron cuando terminamos de comer. La comida estaba buena de sabor, pero la experiencia fue mala. Las cervezas no salen en el menú y cada una cuesta $7.00. Muy caro para lo que uno recibe.

Fui almorzar y pedí una sopa de lentejas que tiene un buen tamaño y sabor. Para segundo plato pedí un ensalada de queso de cabra “salade chèvre” que tenía una reducción de vinagre balsámico muy dulce. El servicio es lento, poco proactivo pero amable.