El lugar tiene buen ambiente, pero la música estaba tan alta que ni al mesero se le entendía, por lo que sugeriría regular el volumen mientras aún se esté cenando. La comida estaba bien presentada y con muy buen sabor, aunque en el caso de la hamburguesa del Burger Week, fue diferente porque llegó muy fría y poco cocida, seguro por la cantidad de pedidos. Además, teníamos un cumpleaños y se olvidaron del dulce, aunque les dimos las velas y todo. Son detalles que, si mejoran, harían la experiencia mucho mejor.

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