Mi papá me llevó para armar mi propia sopa y de verdad que estaba muy buena. Me encantó el concepto del restaurante, algo totalmente diferente. Uno elige que fideos, vegetales y proteínas poner a la sopa para luego pesarlo y pagar. El lugar es sencillo, pero limpio y ordenado. La atención puede mejorar ya que se confundieron en dos ocasiones al traernos los platos. Volvería nuevamente.