Desde que entramos al local nos sentimos en Japón (nunca hemos ido a Japón pero ajá) el lugar espectacular, la señora que nos atendió nos brindó una toallita caliente para limpiarnos las manos, nos explico cada bebida, cocktail y por supuesto cada platillo, en todos se nos hacía agua la boca. Pedimos una entrada de croquetas de cangrejo, cerveza japonesa, Sake Sour, Teppanyaki mixto, y un Sushi - Camila (este no te lo incluyen en el descuento, por ser un plato sugerencia de la casa) Aprendimos hasta japonés, todo muy delicioso y la atención 10/10.