Fui a cenar en este restaurante en el Día de San Valentín. Esta vez no aceptaban reservaciones…era por orden de llegada. El lugar estaba decorado muy lindo. El menú era idéntico al de todos los días, pero más chico. Las porciones fueron más grandes. Había música en vivo en donde una chica tocaba el violín. La comida, como siempre, muy buena. Debido a la hora que nos tocó, nos dieron el postre para llevar a casa.
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