Estoy sin palabras, este restaurante ha superado mi expectativas. Cada platillo tenía su toque especial y estoy convencida que es mi restaurante favorito de comida Sichuan. Mis platos favoritos fueron Pollo de Szechuan, Tofu molido a la pierda, Bejerena con huevo negro, Panceta, Camarón y el Brocolini. Todo super fresco, buen sabor y buena presentación; para mí, cada plato es un arte. Si quieren algo más explosivo, le recomiendo el Pollo Chongqing, que es picante pero adictivo. La atención buena, muy amables y pendientes. El ambiente es sencilla pero minimalista, lujoso con buena iluminación.

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