Comida venezolana, nos recomendaron el lugar y teníamos expectativas, lamentablemente no fue lo que esperábamos; La comida a pesar de ser abundante es extremadamente pesada, terminamos vomitándola y con malestar toda la noche, los sabores no son ricos, ni siquiera podría compararlo con calle el hambre. El pan es chicludo*… podría destacar los precios que son accesibles y económicos. El lugar se llena bastante; que sea pet friendly no es un problema pero entre el escándalo musical de cada local, los pobres perros se desesperan y sufren. Las bebidas fueron compradas en otro local para poder ocupar una mesa.