Fui a celebrar el cumpleaños de un amigo, y lo que más me agradó fue que, a pesar que el restaurante estaba notoriamente lleno, la atención no se vio afectada por esto. Supieron manejar los tiempos, y no prestó confusión en lo absoluto. La comida, muy rica. Éramos un grupo de 8 personas y pedimos diversos platos, que disfrutamos completamente. Yo me pedí un Rolls Royce, unas brochetas de queso y un wrap de pollo para compartir, y nos gustó mucho todo. Kudos a las brochetas de queso.