Fui a pasar un rato “ameno” con mi novio. Y me llevé una decepción. La atención fue pésima, el señor que nos atendió nos miraba mal, sin ganas, y hablaba secamente como si no tuviera ganas de trabajar o de atendernos. Demoró en tomar nuestro pedido que fue sólo nachos (no debió demorar más de 10 min en prepararse) y el queso estaba quemado, lo único que puedo salvar es que el ambiente era relajado.