Lo primero que dije cuando recomendé este restaurante es que se siente como ir a comer a la casa de los abuelos mexicanos que no tengo... El restaurante es pequeño, lo atienden dos señores full mexicanos, la comida la preparan ellos mismos también, se siente super casera, no cae pesado, las porciones están súper bien. Se siente bien auténtico a diferencia de muchos de los locales de comida mexicana en la ciudad... Volvería a ir mil veces más!
1 Me gusta