Luego de dos malas experiencias, principalmente con la comida, preferí no regresar. No obstante, a petición de alguien que no había ido, fuimos a compartir para celebrar una bienvenida. Desde la reserva las cosas empezaron mal, llamé para confirmar y no la tenían. La hicieron en Amazonia, pero se pudo corregir. Al llegar, nos sentaron en una mesa y luego, cuando ya hasta agua nos habían servido, nos cambiaron de mesa sin mayor cortesía. Los tacos de picaña, solo tienen el nombre, porque la carne es todo, menos picaña. Los patacones están bastante bien, las margaritas no las puedo recomendar. Pedimos algunas cosas y demoraban demasiado en servir. Al momento de entregarnos la cuenta, nos incluyeron dos margaritas de más, una limonada y un plato que no habíamos pedido. Al pedir corrección, se disgustaron aduciendo que sí habíamos pedido las margaritas y efecto, las pedimos en repetidas ocasiones, pero no las sirvieron. Ojalá puedan mejorar, porque el lugar es súper lindo; pero la calidad de la comida no es cónsona con su precio.