Un servicio muy atento, la entrada, la comida y las bebidas deliciosas, lo único incómodo son las sillas son duras, pequeñas e incómodas. Los espacios entre mesas son pequeños y no hubo música mexicana. Los baños son unisex ojalá fueran separados, pero, estaban bien aseados. Las guarniciones son robustas, quedamos súper llenos, recomiendo los tacos al Pastor y una buena horchata, el personal es súper agradable y tienen Buena área de estacionamientos