Un restaurante muy agradable con buena comida. Probé un salmón con farfalle. Tenían pasta libre de gluten, lo cual se aprecia ya que no es muy común. También degustamos un risotto de mariscos que estuvo bueno. Este restaurante tiene la particularidad de tener obras y algunos objetos de un artista panameño dignos de apreciar y comprar, porque casi todos están a la venta. La anfitriona, Rosa, nos atendió super bien.