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Servicio
Ambiente

Esta vez no estuvo para calificar 10. Lo único bueno fue la entrada de chistorras, la sopa de pollo con verduras. El camarero que nos atendía se retiró porque culminaba su faena, y nadie se acercó a decirnos; había que poner agua, retirar platos, ofrecer postres o café. Tuve que llamar a otro para que nos atendieran. En uno de los salones privados había un escándalo de música reguetón que perturbaba la tranquilidad acostumbrada. El filete Años Locos no tenía sabor. Quiero pensar que fue solo un mal día para ir.

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