La atención fue Wao! desde que la puerta se abrió. Fueron sumamente atentos y con los niñ@s uff (tienen dibujos para escoger, colorear y ellos se entretienen 😊 full). Los platos no tardaron nada y estaban muy ricos. Los platos contaba con textura, sabor, cantidad y calidad muy buenos. Realmente una joyita al inicio del Casco. Lo único que considero debe verificarse: las papas fritas en el plato de los niñ@s. Pero toda la atención y los platos superaron ese detalle. (Papá se las comió ☺️) El pulpo a la parrilla, el salmón al limón, el tinto de verano deliciosos, el volcán de chocolate memorable.