El lugar es bonito, creo que tiene buen ambiente, es cómodo. El servicio es bueno, lo que a veces molesta un poco y soy sincero es que vienen a hablarte de la historia y eso a la mesa, y a veces uno quiere es intimidad y/o privacidad en su mesa. Lo cual se hace un poco incómodo porque uno quiere es comer y conversar, no escuchar un discurso del camarero. La verdad la historia no me va a hacer volver, si no la comida. Siguiendo con el servicio una vez terminamos, pedir la cuenta fue un poco dificil, porque ya no nos ponían atención. La comida es buena - quisiera volver y pedir algo diferente y mejor. A ver si tengo un momento WoW con el sabor.