Esta ubicado en el 2do piso de una plaza comercial, por lo que no es fácil conseguirlo. Un rinconcito italiano con muy buen gusto en la decoración y que habrá que probarlo en sus noches de Jazz… Fui a celebrar el día del padre y la atención fue bien cordial, aunque quizás por tener tanta gente el servicio fue un poco lento. La lasagna y la pasta con zucchini y camarones estaban excelentes, punto perfecto de cocción y porciones adecuadas, los postres si les faltó algo, había poca variedad y sobre todo el “brownie” que era más bien una torta simple de chocolate, no estuvo a la altura, quede con las ganas de probar el tiramisu.