Ambiente casual, pequeño, acogedor con buena iluminación y disposición del salón. Buenas opciones en la carta. Pedimos de entrada los palitos de cangrejo. Una opción diferente y rica para compartir. Venía acompañada de dos buenas salsas que merecen ser reservadas para resto de la comida. Luego compartimos sashimi de pescado, atún y salmón, muy fresco y justo en su porción. El rollo Latino California diferente. Solo le faltó acompañarlo del jengibre. Servicio atento y rápido