Voy a ser lo más objetivo posible, el lugar está muy bien decorado, sin embargo en un punto de la noche subieron el volúmen de la música y estropeó todo el ambiente, la atención buena, la comida deja mucho que desear, el Sushi con tartar de carne muy rico, pero pedimos unos langostinos apanados y estaban sobre cocidos duros y muy picantes, los platos principales pedimos un risotto de su hongos estaba rico, luego el plato con Pato, a un precio de 21$ era una muestra de pato duro y un puré de camote ácido e incomible, a y las bebidas... Me pedí un Gin Tonic clásico cóctel más simple imposible y lograron estropearlo con tónica sin gas, en resume muy lindo el lugar para el que busca fancy, pero relación precio calidad de comida un menos uno.