Lugar bastante básico, llegamos a las 8 y ya no tenían Sangría. Difícil dejar que se termine un producto que puede ser de los principales en la carta. Tampoco tenían unas croquetas creo que eran de jamón ibérico. Asi que pedimos unas de espinaca y queso que resultaron muy buenas. El ambiente con musica pero casi sin volumen. Es bueno con música, pero que se escuche en todo el lugar, o mejor no poner música. la comida regular, los chorizos sabian bien, los camarones sobrecocidos y el pulpo empanizado estaba duro. En general un lugar bueno para pasar el rato con los amigos y picar algo, pero la comida no vale lo que cuesta ni en sabor ni en presentación ni en calidad.

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