Desde que los conocí me encantan sus helados, lástima que la atención es muy mala. La última vez el lugar estaba lleno y antes de que me atendieran había una señora que probó todos los helados antes de comprar, creo que por esto se molestó la chica que atendía. Luego seguí yo y me trato como si me estuviera haciendo un favor, le tuve que preguntar dos veces sobre los helados hasta que su compañero respondió por ella, parece que se dio cuenta de que la chica la estaba pasando mal. Ya no he ido más porque no quiero que me traten mal antes de comerme un rico helado. Y por otro lado es muy difícil encontrar estacionamientos.