Te transportas a medio oriente cuando entras, la comida es muy buena y no solo la libanesa sino sus ofertas internacionales, el risotto dorado es delicioso, su servicio es atento, sin embargo algo caótico cuando está lleno y por ultimo puntúo un poco bajo el ambiente porque no logran poner el volumen de musica correcto para poder compartir con tu grupo. Lugar excelente