Un restaurante estupendo para compartir en familia y amistades. Me encantó el ambiente y su decoración lo hace un lugar especial. La velada con música del pianista la hizo estupenda con temas de la actualidad que hizo que fuera excelente. En cuanto a la comida pedimos un pescado relleno con camarones que estaba acompañada con un puré de papas y un caucau de mariscos con un buen sabor y porción pero siento que le faltó como un toque para llegar a su excelencia. Volvería nuevamente porque es un lugar tranquilo y los precios accesibles.
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