visite ayer el restaurante para el día de la madre. todo demasiado perfecto. decidí comer unos ñoquis con crema blanca y tocino, acompañado por un exquisito aperol spritz. El postre divino, panettone con crema de pistacchio! para terminar mi delicioso almuerzo, un buen café italiano kimbo. 100% recomendado, grandiosa atención y ambiente.