Es un restaurante con muchas opciones de comida inspiradas en la cocina francesa, usualmente lo visito con mi familia para desayunar. Mis hijos adoran las tostadas francesas, a mi esposo y a mí nos encantan los huevos benedictinos con jamón (Oeufs bénédictine au jambon fumé) y el capuccino. Tienen unos croissants de almendras ( en tamaño mini y grande) que son espectaculares. El ambiente es muy agradable y el personal muy atento. Sin duda es un sitio que recomiendo y al que visito con cierta frecuencia.