El restaurante tiene una decoración muy esmerada, se nota que todo ha sido traído de México, el ambiente es muy acogedor, la comida muy rica... Tan rica que se me olvido tomar fotos... De entrada pedimos unas gorditas que estaban muyyyyy ricas, yo pedi unas enchiladas divorciadas y mis acompañantes pidieron alambres al gratin, todo exquisito.