Vamos a empezar por lo bueno: El lugar es muy lindo, tiene varias áreas y reservados por lo que pude notar. La comida está muy rica, la selección variada. Los tartar y sushi muy ricos y frescos. Ahora lo regular: El servicio casi hay que tomarlo, no ofrecen agua. No recomiendan platos, te mandan a leer el menú. Si no reservas, puede que no consigas mesa. Si llueve y estás en los laterales te mojas. No voy a volver porque: Está overpriced para lo que te sirven. El servicio horrible, los tragos dulces... Ofensa al Gin con el Hendricks ahogado en azúcar que me dieron. Empezó a llover, bajaron las cortinas, nos mojabamos y solo se limitaron a secar la mesa con un trapo.