El ambiente de la terraza y su vista es grandiosa, se puede recorrer y su vista de 360° permite ver muchas partes de la ciudad. El servicio y la atención es buena, aunque se tenía que llamar a los meseros repetidas veces. De entrada optamos por las empanadas que son muy sabrosas, aunque algo chicas. En platos fuertes el salmón y el ribeye, con buen sabor pero pueden llegar a la mesa con una mayor temperatura.
1 Me gusta