Cenamos temprano y la comida es ciertamente exquisita, tanto presentación como combinación de sabores. El servicio bastante regular, nunca ofrecieron agua, no tenian pan a las 5:00, no había quien preparara una entrada porque no estaba un chef, solo un tipo de vino por copa y de mala calidad. El volcano de chocolate fue de muerte lenta, simplemente perfecto.
1 Me gusta