Este restaurante lo califiqué hace unos meses cuando aún estaban en Obarrio y de lo único que me quejé fue de lo pequeño que era; pues ahora, están en una casa en SF con un ambiente mucho más acorde con la excelente comida que ofrecen. Lamentablemente estaba lloviendo y no pude disfrutar de la terraza que se ve muy agradable. La comida de las mejores en la ciudad, pedimos unos envueltos de carnes magras de entrada que vienen 3 bolas al pomodoro con queso muy ricas. Spaghetti con salsa Spuntino, trae trozos de carnes, hongos, ligeramente picante , también pedimos penne boloñesa que estaba perfecta. La atención de los propietarios muy buena y nos cambiaron sin chistar un plato cuya pasta (penne) estaba demasiado “al dente”. Cómo amante de la pasta, regresaré a la terraza y a seguir degustando. PD. tienen valet parking
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