Estuvimos a cenar, un grupo grande que incluía niños. Desde que entramos nos atendieron muy bien, y el mesero Luis Rodríguez , estuvo atento en todo momento. Las entradas llegaron a tiempo : las arañitas de calamar estuvieron deliciosas, al punto que el bebé del grupo las comió como plato principal. Los filetes de corvina, en sus diferentes preparaciones fueron deliciosos, y los langostinos, estupendos. Buen ambiente para una cena de sábado, en familia.