Quede enamorada del restaurante y su decoración. La comida estuvo espectacular, la entrada con un pan tierno de 24hrs de fermentación con una pasta de tomate y aceite de oliva riquísima y más cuando pobre la pesca del día (corvina en salsa de alcaparras en mantequilla) y una deliciosa ensalada. Todo esto acompañado con una copa de vino blanco Napa Valley. Encantada con la comida y el trato único del señor Amelio Padilla fue muy cuidadoso en todo. Encantada.