Fui domingo por la tarde y fue muy bueno el ambiente. Tenían buena música y se notaba el lugar contento. El servicio a mesa podría mejor ya que con tantos meseros podrían ser muy atentos, pero a la vez supongo que esa también es una debilidad: la confusión y desorientación de los meseros. Lo bueno de la experiencia fue el cóctel de camarón que ordené.